Fécamp, la antigua capital de los duques de Normandía es una ciudad autentica girada hacia el mar y sus tesoros. La ciudad, situada en un profundo valle, está repartida sobre las dos vertientes del acantilado… Fécamp es la heredera de un pasado rico con muchas facetas.
El mar fue el fiel compañero de esa ciudad: la pesca de bacalao, la pesca de arenque fueron en el corazón de la vida de miles de hombres y mujeres.
Los hombres, marineros valientes de otra época, se van durante largos meses de campaña en las aguas jurisdiccionales francesas de Tierra Nueva. Campaña tras campaña, la gran pesca constituye la riqueza de Fécamp que se vuelve la capital de los terre-neuvas. El puerto siempre está abarrotado por traineras. Los muelles hierven de actividad. Los hombres se hacen al mar durante meses. La vida a bordo es de las más duras, el peligro siempre está aquí, pero vuelven los bolsillos llenos. En tierra, las mujeres venden el pescado, cuidan a las redes, arreglan las lonas. Toda la actividad de la cuidad está relacionada con la pesca con la salazón, el ahumado, la tonelería, la cordelería, los astilleros, los aserraderos…etc.
Esa gran época, rica y activa, se acaba con las cuotas de pesca creadas por el Canadá.
Las traineras ya no son rentables…
Unos pescadores se han reconvertido en la pesca costera en Dieppe, Boulogne, Saint-Malo…
Hoy en día, Fécamp aun guarda las marcas de esas actividades con los “boucanes”, esas innumerables construcciones de ladrillo, donde se ahumaba el arenque, el pez rey de los habitantes de Fécamp.
Yport
Muy cerca de Fécamp, enclavado en el fondo de un pequeño valle arbolado que protege el pueblo de los vientos del altamar, Yport tiene un encanto muy especial.
Ese antiguo pueblo de pescadores rodeado por altos acantilados, que cuenta con unas 1000 almas, no ha cambiado ni un ápice y guarda toda su autenticidad y su carácter marítimo fuerte gracias a sus casas de ladrillo y de sílex, sus pequeñas calles sinuosas, su paseo marítimo donde bonitas barcas descansan sobre la playa de guijarros… Pero hoy en día, al igual que en Fécamp, ya no se pesca en Yport, ya no hay marineros, ya no hay pescado… Yport, ciudad marinera durante más de 1000 años se ha vuelto hoy una ciudad costera turística.
Ha sido y sigue siendo uno de esos lugares de la Costa de Alabastro donde los pintores pusieron sus caballetes: cabinas, barcas coloradas, acantilados, luz dorada, el mar omnipresente: Yport se ofrece a los que buscan la belleza simple de la costa en Seine-Maritime.