Costa de Alabastro: ¡paisajes impresionantes!

El cuadro es admirable, impresionante.
En una luz con contrastes variables, los altos acantilados blancos de la Costa de Alabastro se despliegan majestuosamente sobre 130 km.

Bañada por las aguas verdes y azules de la Mancha, esa muralla con líneas atormentadas, abrupta y salvaje, tiene una belleza que corta la respiración. Cada panorama es único.

De Le Havre hasta Le Tréport, la Costa de Alabastro propone todas las actividades y todos los ocios náuticas posibles al alcance de todos: baño, deportes de deslice, vela, juegos de playa, paseos y pesca a pie. Sus agujas surgiendo de las aguas, sus puertas cavadas en la misma roca, confirman todavía a los que los admiran esa sensación de estar en el corazón de una de esas obras maestras que solo sabe hacer la naturaleza.